lunes, 17 de mayo de 2010

Enfermedades Bacterianas en Aves de corral

Enteritis necrótica
La enteritis necrótica es una enfermedad aguda que produce una marcada destrucción de la mucosa intestinal. El agente causal de la enfermedad es el Clostridium perfringens, una bacteria en forma de bastón, que forma esporas. Estas bacterias y sus toxinas son la causa principal, pero también la Coccidiosis puede ser un factor contribuyente. El mayor daño a la mucosa intestinal es debido a las toxinas producidas por la bacteria.
Es poco lo que se sabe sobre el contagio de esta enfermedad pero se cree que la transmisión ocurre por contacto oral con los excrementos de aves infectadas. La Enteritis necrótica aparece súbitamente en el lote afectado. Las aves, aparentemente sanas, pueden mostrarse agudamente deprimidas y morir en cuestión de horas.
La mortalidad es entre 2 y 10%, pero puede llegar hasta 30% en brotes severos. Las pérdidas que producen la reducción del crecimiento y la conversión alimenticia pueden ser más costosas que la mortalidad del lote.
Las lesiones en esta enfermedad afectan generalmente la parte inferior del intestino delgado, pero en algunos casos todo el intestino puede verse afectado. El intestino se dilata, contiene un fluido oscuro, maloliente y membranas diftéricas, semejantes a coliflores, que involucra a la mucosa. La mucosa intestinal tendrá un aspecto áspero (como de toalla de baño) y partes de él pueden desprenderse y salir con el contenido intestinal. El diagnóstico se basa en la historia, los síntomas y los hallazgos en las lesiones.
Bacitracina o virginiamicina son tratamientos efectivos, administrados en el alimento. La bacitracina también se puede dar con el agua de bebida. Un tratamiento con vitaminas puede reforzar la efectividad del tratamiento. La medicación preventiva puede tener valor en aquellos locales donde se hayan presentado brotes anteriores. Como la coccidiosis puede ser un factor contribuyen, se debe prestar atención a un programa efectivo de control de esta enfermedad.

Enteritis ulcerativa
La Enteritis ulcerativa es una infección aguda o crónica de las aves de caza, pollos, pavos y otras aves domésticas. Las pérdidas por muerte son elevadas en las codornices jóvenes y en las pollonas criadas para la producción de huevos.
El agente causal es el Clostridium colinum, una bacteria en forma de bastón que forma esporas. La infección se contagia a las aves sanas por medio de las excretas de aves enfermas o portadoras. Las bacterias productoras de la enfermedad son muy resistentes a los desinfectantes y persisten bajo diferentes condiciones ambientales.
Las aves que padecen la forma aguda de la infección pueden morir súbitamente en buen estado de carne, otras aves, afectadas en forma más crónica, se muestran inquietas, con plumas desordenadas, diarrea blanquecina y líquida, adoptando una postura encogida. Estas aves mueren generalmente en una condición de extrema emaciación.
Las excretas pueden confundirse con las de aves afectadas por Coccidiosis y las dos enfermedades pueden aparecer juntas en el mismo animal. Las excretas de las aves que solamente tienen Enteritis ulcerativa nunca contienen sangre.
Las lesiones que se encuentran postmortem son características. Muchas veces, casi todo el tracto intestinal presenta úlceras parecidas a botones, pero la parte final es la más afectada. Las úlceras muchas veces perforan, lo que resulta en peritonitis local o generalizada.
Aunque la naturaleza de la enfermedad es característica, quien sospeche de una infección debe buscar confirmación profesional antes de iniciar el tratamiento. Los medicamentos más efectivos para el tratamiento y la prevención son la bacitracina y la penicilina. Si se usa bacitracina, se incorpora en el alimento en proporción de 200 gramos por tonelada de alimento. La adición en el agua, en la proporción de 1 cucharadita cada cuatro litros, ayuda a controlar el brote.
Cualquiera de los dos métodos de administración de la bacitracina controlará la enfermedad en 2 semanas, a menos que sea alguna cepa resistente a la bacitracina. La penicilina también se usa como tratamiento si la bacitracina falla.
La cría de aves sobre alambre es una medida preventiva efectiva. Las drogas específicas (bacitracina o penicilina) administradas a bajos niveles son efectivas para controlar la enfermedad en instalaciones donde el piso de alambre no es práctico.


Pullorum
El pullorum es una infección bacteriana, aguda o crónica, que afecta principalmente a pollos y pavos, pero que también puede infectar a la mayoría de las aves domésticas y silvestres.
La causa una bacteria llamada Salmonella pullorum. Este organismo es transmitido principalmente en el huevo, pero también puede serlo por otros medios, como por ejemplo:
• De la gallina infectada al huevo y del huevo al pollito, de pollo a pollo en la incubadora, caja de pollo, o galpones. Los sobrevivientes se convierten en reproductores infectados (comenzando un nuevo ciclo)
• Transmisión mecánica (transportada en la ropa, calzado o equipos)
• Aves portadoras (aparentemente sanas que diseminan los organismos de la enfermedad)
• Instalaciones contaminadas (por brotes anteriores).
El agente causal de la enfermedad penetra en el ave por el sistema respiratorio (como ocurre en la incubadora) o digestivo. La mayoría de los brotes agudos de pullorum en pollos y pavos resultan de infecciones mientras están en la incubadora.
El pullorum es de gran mortalidad en los pollos jóvenes; las aves maduras son más resistentes. Los pollos pueden morir poco después de nacidos sin mostrar algún síntoma observable. Los brotes más agudos ocurren en aves con menos de 3 semanas. La mortalidad en estos brotes puede alcanzar un 90% si no se tratan. Los sobrevivientes son generalmente raquíticos y poco económicos.
La infección en aves jóvenes puede ser indicada por sus excretas, las plumas revueltas, un aspecto de tener frío, con los pollos agrupándose cerca de las fuentes de calor, respiración laboriosa y la presencia de una diarrea blanquecina. Este último síntoma incitó a la denominación de "diarrea bacilar blanca" que se asociaba comúnmente con esta enfermedad. Las aves adultas pueden no presentar grandes lesiones.
El diagnóstico en las aves jóvenes se hace aislando el organismo causal en el laboratorio. En las aves adultas, los análisis de sangre pueden indicar una infección, pero un diagnóstico más positivo depende del aislamiento e identificación de la bacteria con procedimientos de laboratorio.
La erradicación completa es la única forma segura de prevenir la enfermedad de pullorum. Todos los lotes que suplen a las incubadoras deben ser analizados y usar solamente aquellos que estén libres de pullorum como fuente de huevos para incubar. Adquiera solamente pollitos de incubadoras que hayan sido reconocidas "Libres de pullorum".
El tratamiento es principalmente una operación de rescate y no impide que las aves se transformen en portadoras. En consecuencia, no conserve lotes que se han recuperado para la producción de huevos. Entre los medicamentos que se usan en el tratamiento están la furazolidona, el sulfato de gentamicina y las sulfas (sulfadimetoxina, sulfametacina y sulfameracina).

Botulismo
El botulismo es una enfermedad causada por la ingestión de una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Todas las aves domésticas y la mayoría de las silvestres son susceptibles a los efectos de la toxina. También, cierta mortalidad humana se ha atribuído al consumo de alimentos o agua contaminados con la toxina.
El botulismo no es una infección bacteriana, sino una condición producida por un subproducto del desarrollo de la bacteria. Este organismo es común en la naturaleza y está ampliamente difundido en los suelos. La ingestión de la bacteria no es dañina. Solamente se hace peligrosa cuando las condiciones son favorables para su crecimiento y la subsecuente formación de la toxina. La bacteria se desarrolla mejor bajo una alta humedad y temperaturas relativamente altas, en ambiente que contenga materia orgánica en descomposición (vegetales o animales).
Necesita un ambiente en el que se ha eliminado todo el oxígeno atmosférico ya que no puede multiplicarse en presencia de aire. Las lagunas estancadas o las zonas húmedas en que haya enterradas materias en descomposición son áreas peligrosas para el desarrollo de la toxina. El botulismo resulta después de que se consume la materia animal o vegetal en descomposición que contiene la toxina. Los animales en descomposición son una fuente frecuente de toxina, igual que los muchos insectos que se alimentan con esos tejidos.
Estos pueden contener suficiente toxina como para producir la enfermedad en cualquier ave que los ingiera. Como la toxina es soluble en agua, las fuentes de agua pueden contaminarse y ser un reservorio de la enfermedad.
La toxina es una de las más potentes de las que han descubierto los científicos. Es relativamente estable al calor, pero se puede destruir por ebullición. Hay diferentes tipos de toxina: Los tipos A y C que producen enfermedad en las aves y el tipo B que la produce frecuentemente en el hombre.
El primer síntoma de la enfermedad es generalmente debilidad, seguida por una parálisis flácida progresiva de las piernas, alas y cuello. Cuando los músculos del cuello son afectados, la cabeza queda colgando. Las aves afectadas pueden mostrar un temblor peculiar, plumas flojas que pueden ser arrancadas con facilidad y ojos apagados y semicerrados. Algunas aves (los pavos) no desarrollan el síntoma de plumas flojas o cuellos torcidos.
Debido a la parálisis, las aves no pueden tragar y se les acumula moco en la boca. Finalmente, el ave afectada puede caer en coma profundo, aparentando no tener vida por varias horas antes de morir definitivamente. Con frecuencia, no se observan lesiones importantes en las aves afectadas. El examen del contenido digestivo puede revelar insectos, material animal o vegetal descompuesto y otros materiales que sugieren que el ave ha consumido la toxina.
Se puede hacer un diagnóstico tentativo a partir de la historia, los síntomas y los hallazgos post mortem. Como ayuda al diagnóstico, se puede introducir agua en el buche del ave, mantenerla en un ambiente fresco y tratarla con antitoxina intravenosa. La recuperación de un gran porcentaje de aves afectadas confirmaría el diagnóstico.
La prevención debe dirigirse a eliminar todas las fuentes de producción de toxina e impedir el acceso de las aves a esos materiales. Ello incluye la rápida eliminación de todos los animales muertos de los corrales y galpones, despicar las aves, controlar la población de moscas e insectos y evitar el acceso a materia orgánica en descomposición. Las fuentes de agua contaminadas son especialmente peligrosas.
Si aparece la enfermedad, encuentre y elimine la fuente de la toxina y aparte todas las aves visiblemente afectadas para tratamiento. Coloque a las aves enfermas en una zona fresca y sombreada e introdúzcales agua fresca en el buche dos veces al día. Se pueden usar laxantes suaves con las aves que han estado expuestas pero que no muestran síntomas de la enfermedad. Se puede mezclar sal de Epson (medio kilo para 100 aves) con el alimento.
Una cucharadita llena, disuelta en 3 cc de agua, introducida en el buche de aves enfermas, ha probado ser beneficiosa en muchos casos. La terapia de la antitoxina solamente se indica en aves que tienen un alto valor individual puesto que no es fácil conseguir la antitoxina y es muy costosa.


Coriza infecciosa
La coriza infecciosa es una enfermedad respiratoria específica de las aves, que ocurre con mayor frecuencia en las aves adultas o adultos jóvenes. La infección puede resultar en una enfermedad crónica que se extiende lentamente y que afecta a una cantidad reducida de aves cada vez, o en una enfermedad que se expande rápidamente con un alto porcentaje de aves afectadas. La ocurrencia de la Coriza infecciosa no está muy extendida y la incidencia es relativamente baja.
La enfermedad es causada por una bacteria llamada Haemophilus gallinarum. Los brotes aparecen usualmente con la introducción de aves portadoras en el lote. La transmisión de la infección es por contacto directo, por el aire, el polvo o en las descargas respiratorias, agua de bebida contaminada con exudados nasales.
Las aves susceptibles desarrollan los síntomas generalmente dentro de los 3 días después de la exposición al contagio. Las que se recuperan aparentan estar normales pero se mantienen como portadoras por largos períodos. Una vez que el lote está infectado todas las aves se deben considerar portadoras.
Los síntomas más característicos de la coriza infecciosa incluyen una inflamación edematosa de la cara, alrededor de los ojos y la barbilla, descarga nasal y senos inflamados. La descarga líquida de los ojos hace que muchas veces se peguen los párpados. La visión es afectada por la inflamación.
Como resultado de la enfermedad hay una disminución en el consumo de agua y alimento, aumentando el número de aves eliminadas. Generalmente ocurre un efecto perjudicial sobre la producción de huevos proporcional al número de gallinas afectadas.
El diagnóstico solamente puede ser confirmado a través del aislando e identificando a las bacterias del organismo causal. El Haemophilus gallinarum es extremadamente delicado y difícil de aislar.
La prevención es la única forma de controlar la coriza infecciosa. Se puede prevenir con programas de manejo en los que se elimine el contacto de aves susceptibles con aves infectadas. Requiere solamente separar las aves afectadas o portadoras de la población susceptible. Para prevenir la infección, introduzca solamente pollos y gallinas de fuentes libres de la infección Si ésta ocurriera, el único procedimiento que queda para eliminar la enfermedad es la despoblación completa de las instalaciones, seguida de una limpieza/desinfección a fondo.
Hay numerosas drogas que son efectivas para el tratamiento de los síntomas aunque la enfermedad no puede ser eliminada completamente. La sulfadimetoxina, el sulfatiazol en el alimento o el agua de bebida, o la eritromicina en el agua de bebida, pueden reducir los síntomas de la enfermedad.

Erisipela
Se trata de una enfermedad bacteriana causada por Erysipelothrix insidiosa. La enfermedad afecta a varias especies de aves incluyendo pollos, patos y gansos, pero en la que ha resultado más importante es en los pavos.
El hombre es susceptible a la infección y puede contraer la enfermedad de los pavos infectados. Como esta bacteria es patógena para el hombre, es necesario manejar con cuidado a las aves enfermas o sus tejidos.
La erisipela en los pavos los afecta generalmente de 4 a 7 meses de edad, aunque son susceptibles aves de cualquier edad. Se ha reportado frecuentemente incidencia más alta en machos que en hembras, posiblemente porque los machos que pelean reciben más abrasiones en la piel que sirven de puerta de entrada a las bacterias. En algunos casos la incidencia es mayor en las gallinas que en los gallos debido a las técnicas de inseminación artificial, que proporcionan un medio de transmisión.
Las bacterias pueden sobrevivir por largos periodos en el suelo y se cree que muchos de los brotes se originan en suelos o instalaciones contaminadas. Las ovejas, cerdos o roedores pueden ser portadores de bacterias.
La recurrencia de la enfermedad en instalaciones es común. Factores de predisposición o agravantes incluyen la sobre población, el tiempo húmedo o inclemente y mala higiene o manejo de las instalaciones.
El primer síntoma de la enfermedad puede ser la aparición de varias aves muertas. Usualmente, se pueden localizar varias aves enfermas, sin embargo la mayoría de estas aves afectadas están visiblemente enfermas sólo por un corto periodo de tiempo antes de morir. Los síntomas son típicos de una septicemia, incluyendo debilidad general, inquietud, falta de apetito y a veces diarrea verdosa o amarillenta.
Ocasionalmente, el moco de lo machos puede estar túrgido, inflamado y purpúreo. Algunas aves pueden aparecer cojas, con las articulaciones de las patas inflamadas, debido a la infección localizada. En los lotes de cría, la enfermedad se asocia con la disminución de la fertilidad e incubabilidad. La morbilidad y mortalidad, son bajas, aunque en los grupos que no reciben tratamiento la mortalidad persiste por algún tiempo y se hace excesiva.
Las lesiones más características son pequeñas hemorragias difusas, localizadas en cualquier tejido u órgano. Estas hemorragias se observan más frecuentemente en los músculos, el corazón, hígado, bazo, grasa y otros tejidos del cuerpo. Las hemorragias en la piel producen manchas purpúreas. El hígado y bazo se ven generalmente dilatados, congestionados y con focos necróticos. En la mayoría de las enfermedades septicémicas se observa, la enteritis o inflamación del intestino.
Los síntomas y lesiones se parecen tanto a los de otras enfermedades que un diagnóstico confiable solamente puede hacerse por aislamiento e identificación del organismo causal. Las prácticas de manejo que ayudan a prevenir las erisipelas incluyen evitar el uso de instalaciones que han sido ocupadas previamente por cerdos, ovejas y pavos en los que se sepa han habido casos de erisipela.
El despicado, la remoción del moco de los machos, y otras medidas que prevengan heridas durante las peleas, evitar la sobre población y proporcinar instalaciones bien drenadas ayudan a prevenir problemas sanitarios.
Hay bacterinas disponibles que son útiles en instalaciones cuya historia indica que pudiera haber problemas de erisipelas. La duración y cantidad de la protección es relativamente proporcional a la magnitud de la exposición y puede que no sea suficiente para todo el período de postura. Administre las bacterianas de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Traslade las aves enfermas a una jaula hospital para tratamiento individual y prevenga el canibalismo. El traslado de las aves no afectadas a instalaciones limpias puede ayudar a prevenir que la enfermedad se expanda, pero también puede contaminar nuevas instalaciones.
Hay diversos antibióticos que han mostrado eficiencia para tratar la erisipela, pero el mejor es la penicilina. Las inyecciones de penicilina en los músculos de la pata o la pechuga de las aves que están visiblemente enfermas son efectivas para disminuir la mortalidad. Generalmente basta con una inyección, pero se pueden aplicar más si es necesario. La medicación en el agua y el alimento puede ser útil bajo ciertas condiciones.

Omfalitis
Se puede describir técnicamente como una inflamación del ombligo. Tal como se usa corrientemente, el término se refiere a que el ombligo no se ha cerrado bien, con la subsecuente infección bacteriana.
Aparentemente, la mayoría de los problemas resultan de una infección causada por una mezcla de bacterias, incluyendo coliformes comunes y diversas especies pertenecientes a los géneros Stafilococos, Streptococos, Proteos, y otros. La omfalitis se puede relacionar con incubación defectuosa, falta de higiene en las instalaciones de incubación y enfriamiento/exceso de calor poco después del nacimiento (p.ej., durante el transporte).
La significancia de aislar una de las especies de bacterias mencionadas es complicado porque se pueden aislar muchas de la misma especie de la yema de huevos de aves que se supone normales inmediatamente después del nacimiento del pollo.
La omfalitis ocurre durante los primeros días de vida, de manera que no puede ser considerada transmisible de un ave a otra. Se transmite de los equipos de incubación defectuosos y por suciedad de las instalaciones a los pollos recién nacidos que no tengan todavía cicatrizado el ombligo.
Los pollitos afectados tienen apariencia adormilada o débil, con el plumón alborotado. En general parecen ser de inferior calidad y les falta uniformidad. Muchos individuos permanecen cerca de la fuente de calor y son indiferentes al alimento y al agua. A veces hay diarrea. La mortalidad aparece generalmente a las 24 horas y llega al máximo a los 5 a 7 días.
Las lesiones características son ombligos mal cicatrizados, edema subcutáneo, color azulado en los músculos abdominales que rodean el ombligo y parte de la yema no absorbida que suele tener olor putrefacto. Frecuentemente, la yema se rompe y es común la peritonitis.
Se puede hacer un diagnóstico tentativo basado en la historia y lesiones. La presencia de infecciones bacterianas mixtas y la ausencia de agentes patógenos que producen una enfermedad específica se usan para confirmar el diagnóstico.

1 comentario:

Tatiana Aguilar Dueñas dijo...

UNO DE LOS ARTICULOS DE INVESTIGACION Q TENGO ALMACENADOS EN MI PC...DEL AÑO 2007...FALTA ACTUALIZACION